Hace dos suspiros escuché a alguien hablar por primera vez de Universal Analytics, reconozco que me sonó a ciencia ficción, pero salí a comprar el periódico, tomé un café, y cuando salí de la ducha ya era una realidad.
La irreductible naturaleza dinámica de la analítica web y la necesidad de seguir con las manos en la tierra para no quedarte desfasado me ha convertido, por desgracia, en un yonki de Google Analytics. Como algunos ya sabéis llevo más de un año impartiendo junto con Asier Barainka el curso de certificación en Google Analytics Mide y Vencerás. Nunca nos hemos librado de tener que actualizar el temario antes de cada edición, cada Mide y Vencerás ha sido nuevo, en cada curso hemos aprendido cosas nuevas y hemos intentado hacernos eco de los cambios que se producían en la interfaz, hablar sobre los nuevos informes y funcionalidades, y en definitiva de mantener encendida nuestra/vuestra curiosidad por la analítica web.
La llegada de Universal Analytics ha supuesto un punto y a parte, tengo que reconocer que a pesar de no haber hecho más que escarbar unos centímetros he descubierto un nuevo horizonte a la hora de medir y mejorar un negocio on-line:
Me fascina la idea de romper las barreras que separaban la manera de medir los diferentes dispositivos y soportes para tener una visión global del negocio y no un puzzle de mil piezas. Nunca se me dieron bien los puzzles.
Ahora podemos unir los diferentes canales que participan en las conversiones, entender cómo nuestros clientes suben y bajan por una escalera mecánica desde nuestra tienda física a la tienda on-line.
¿Y qué decir sobre la posibilidad de crear nuestras propias métricas y dimensiones? Poder medir nuestro negocio de manera única, conocer la cara oculta de nuestros visitantes.
Hace mucho tiempo soñe con la idea de poder utilizar nuestro corazón como un KPI, medir la interacción de mis visitantes escuchando su corazón. Un miocardio confidente que delate a su propietario y nos hable, ¿Para que querría yo conocer tu tiempo de permanencia en el sitio, o cuántas páginas viste cuando tu corazón me lo dice todo?
¿Una utopía?
Sigo de cerca proyectos como buddhamindapp de Kpkaiser que volcados en la medición de la actividad física de las personas durante la meditación encuentran nuevas fuentes de entrada para la medición de la experiencia de usuario.
Este gadget de Kaiser permite medir la frecuencia cardíaca durante una actividad, como pueden ser meditar o navegar por una web. Quiero creer que el abismo que separaba las herramientas de medición analítica de nuestros sentimientos se ha estrechado definitivamente, que de un saltito podrías ahora aterrizar en la otra orilla y decirme si conseguí hacerte concectar con este artículo.
Como decía la canción: No me llames iluso por tener una ilusión;)
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